Día 2. Martes. ¿Cómo nos sentimos?

¡Buenos días! Comenzamos saludando al maestro, a los compañeros y vamos dejando las mochilas y abrigos en la percha. Momento importante para ver cual es el ánimo de nuestros niños. ¿Cómo se han levantado hoy? ¿Cómo se sienten? ¿Qué necesitan? ¿Quieren que les ayude o prefieren hacerlo sólo? ¿Quieren hablar o no quieren ni que le hablen?¿Demasiadas prisas esta mañana?¿Han dormido bien?

Todas esas preguntas surgen cada día en el inicio del cole pero se nos olvida a la mayoría la más importante... ¿Cómo estoy yo? ¿Cómo me siento yo? ¿He dormido bien? ¿Demasiadas prisas por la mañana? ¿Tengo ganas de hablar o de que me hablen?  ¿Tengo ganas de estar aquí? Pues como profesionales y habiendo elegido esta tarea, no nos toca otra que estar ahí te guste más o menos estar con niños. La mayoría de los días me siento alegre y motivado pero no soy ingenuo y hay días que estoy como Jose Manuel y tengo ganas de llorar por no ver a los míos y aún siendo así entro hasta dentro asumiéndolo. Otras veces como Cecilia que estoy enfadao y no quiero ni que me hablen o supercontento siendo el maestro. Otras como Jose, con mucho sueño y algo de pena y dame la mano que me pierdo. Otras como Carmen, dudo si lloro y pienso hacer todas las rutinas del día de hoy para luego irme a mi casa. Otras veces como Carmen 2, energética, dispuesta y con ganas. Otras veces como Lucas, Leo... Quiero ser el primero, el más motivado y lo voy a dar todo pero me incomoda a la vez mis compañeros porque dijeron tal de mí y me hicieron aquello... Otras como Javier, necesito ayuda y que me comprendan, que me incluyan y me acepten, lucho y me relajo, me rindo y peleo... Otras como Ariel, superando los mayores retos y pruebas de la vida, incertidumbres y miedos. Otras como Lía, templando mis emociones y a seguir que otra no queda o no queda otra. Otras veces como Pablo, llegando humilde y el primero y otras veces como Helena, llego un pelín más tarde con sonrisa y flamenquito por las venas.

Así que espero que no os lo toméis personalmente, ni he etiquetado a vuestro hijos por lo anterior comentado. Es simplemente un ejemplo de un día cualquiera a la llegada del centro y podemos cambiar los nombres de sitio... Es una invitación a reflexionar cómo van cambiando nuestras emociones y actitudes y que la vida nos la refleja como si fuese un espejo.  Los niños aprenden por imitación. Así que "Sé el cambio que quieres ver en tus relaciones".  Podemos cambiar nuestra manera de percibir a nuestros niños, nuestra mirada hacia él. Puedo cambiar mi actitud y así evoluciono y me transformo.

Tarea de hoy: Página 5 del libro, punzón, rasgados... Que noooo. Tarea de hoy. Siéntate. Ponte cómodo o cómoda. ¿Cómo te sientes? ¿Qué necesitas? ¿Puedes cambiar aquello que te perturba o te altera? No puedes ¿no? porque no depende de ti. Vale. Pero ¿Puedes cambiar tu actitud ante ello? ¿Puedes cambiar la manera de verlo?¿Ponerle otro enfoque? ¡Eso sí!
Obsérvate y observa a tu hijo y puede que este te de las claves de cómo te sientes. Son nuestro reflejo, son nuestros verdaderos Maestros.

 ¡ Ánimo !

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