"AYÚDAME A QUE LO HAGA SOLO" (María Montessori)
Continuamos con la propuesta del método de lectoescritura.
1. CAJA DE SONIDOS (Anteriormente vista)
2. CESTA CON OBJETOS o CESTA DE LOS TESOROS
Este material no es 100% Montessori. Proviene de la doctora inglesa Elinor Goldschmied. Es una cesta llena de objetos no didácticos que permite al niño descubrir, manipular, explorar los objetos libremente. Está pensado para los más pequeños. Ideal para familias que tengan un bebé en casa. Seguro que acabarán volcando todo el contenido que luego deberán devolverlos a su sitio. Para los más "mayores" nos servirá para jugar con ellos por ejemplo al veo veo. "Veo veo, una cosita, que empieza por... " y pronunciamos el sonido de la letra inicial del objeto... El niño deberá adivinarlo, cogerlo y ponerlo dentro de la cesta.
Una variante muy interesante de este juego es colocar en otra cesta un grupo de objetos que comiencen por la misma letra (sonido) menos un objeto que comience por otro sonido que el niño deberá descubrir.
Podremos tener tantas cestas como queramos dependiendo del espacio del que dispongamos y el interés del niño. En nuestra clase contamos con varias cestas que también usábamos por temáticas. Otoño, animales, colores, tamaños, primavera... lo que se os ocurra.
3. VEO, VEO
Juego clásico. Jugar ahora en casa con cualquier objeto de la cocina, del baño, del salón, del dormitorio, del exterior... Esta actividad primero la realizarán con un adulto y luego podrán jugar entre ellos.
4. LETRAS MÓVILES. Localizar el sonido de una palabra.
Muchas veces me preguntan si los niños aprenden mejor con letras en mayúsculas o minúsculas, cursivas o imprenta, etc. En mi opinión, el niño aprenderá de manera global. Así que cuantos más tipos vea mejor. El mundo está rodeado de muchas tipos de letras y el niño aprenderá de todas. Personalmente no me importa que el niño en un futuro desarrolle en su escritura un tipo de letra imprenta, o cursiva... Mientras se le entienda y vaya corrigiendo la ortografía mejor.
El juego es sencillo. Escribimos con las letras móviles una palabra y pedimos al niño que localice un sonido que le digamos de la palabra. Así con todos los sonidos de la palabra y podemos seguir cambiando palabras y realizando el mismo juego. Sencillo pero potente ejercicio. Nuestro niño está casi a punto de poder leer... Pero paciencia...
Pronunciemos sonidos frente a un espejo. Exageremos muecas al pronunciar sonidos.
Vamos a jugar a Rimar. Vamos a inventarnos rimas con los niños. Podemos jugar al veo veo diciendo una rima del objeto que queremos que adivinen. por ejemplo "Veo veo una cosa que rima con caso... ¡vaso!... O podemos hacer Rap.
Este verano nos fuimos de viaje en familia al norte de España y recuerdo una noche que llovía mucho y nos metimos todos en la furgoneta. se nos ocurrió hacer un concurso de Rap. Cada uno decía una palabra y al que le toca tiene que realizar rimas con esas palabras. Todos puntuábamos la rapidez de improvisación, originalidad, mensaje y lo más importante, el flow. Flow es el ritmo sumado al sentimiento y emoción que transmite. Es como el "duende" en el flamenco. Os prometo que fue uno de los mejores momentos de nuestro viaje. No parábamos de reírnos y reconozco que los adultos éramos los que menos flow teníamos.
Para mí, ese momento resume lo que pienso respecto a la educación. Enseñar y aprender a la vez. Son inseparables. Es muy divertido para todos y se nos queda grabado para siempre. Muchos estudios demuestran la unión entre el aprendizaje y la emoción. Yo prefiero recordar aprendizajes unidos a emociones agradables y romper con el falso dicho de "La letra con sangre entra". Hagamos entre todos y todas que el aprendizaje de la lectoescritura sea alegre y divertido.
¡Mañana más!
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